por Rubén Moreira
Realidad o ficción, blanco o negro, adaptación o invención, estas propuestas binarias son las que han escuchado toda la mañana el elenco de Miss Bala,Stephanie Sigman y Noé Hernández, y el guionista de la misma Mauricio Katz. Los entrevistadores insisten en ahondar en la historia de Laura Zúñiga, la Miss Sinaloa que se vio inmersa en supuestos actos delictivos, que si el argumento deMiss Bala está basado en experiencia, a lo que responde Katz que no, simplemente la idea surgió de la noticia, solamente eso. De ese punto las preguntas saltan hacia la "tremenda ola de violencia que vive México", y otra vez las voces cansadas de Miss Bala, filme dirigido por Gerardo Naranjo (Drama/mex, Voy a explotar), dicen que su película es ficción. Ante todo se trata de una película que nos lleva a un descenso desafortunado en la vida del personaje llamado "Laura Guerrero", joven de 23 años que desea ser reina de belleza y que en un baile que sirve como ajuste de cuentas es descubierta y aprehendida por un narcotraficante, al que interpreta Noé Hernández, que la usa para hacer su trabajo de sicario y la ayuda a ganar el título de belleza de su estado. "Al principio yo no quería hacer esta película, después de Voy a explotar tenía otras ideas", dice Katz más sincero con su voz mínima, tímida. Pero Gerardo me convenció; en el 2009 comenzamos a trabajar en el guión, en ese momento la situación no estaba tan delicada como ahora, y esta iba a ser una película de acción. Cuando haces una película nunca sabes dónde inicia, dónde termina, siempre es una búsqueda, la idea primera era que el personaje se iba a Europa, imagínate... -Tenía diamantes en los dientes, interviene Sigman-. Los sicarios tenían más personalidad, hacían bromas. Fue una cosa de irle quitando cosas a la historia, a los personajes", dice Katz que habla mirando hacia abajo y sin parar. Noe Hernández hace un trabajo excepcional en Miss Bala, como la mayoría de los medios de comunicación acentúan e insisten en que la realidad es una mala película de buenos y malos, la actuación de Noé contradice esa afirmación. "Me costó trabajo acercarme al guión, la verdad. Cuando me lo dio Gerardo, me dijo 'no lo memorices, nada más léelo'. Soy un actor de teatro y estaba acostumbrado a componer mis personajes con antecedentes históricos, psicológicos. Gerardo me dejó leer algunas biografías de narcotraficantes. Es muy proceso muy rico, primero vas llenando al personaje, luego lo desmenuzas, dejas solamente lo esencial", expresa. Los aportes de Noé enriquecieron evidentemente la película. "Por mi parte, yo vivo en Tepito, yo conozco esas realidades, esas historias", dice el actor de piel morena y amplia sonrisa, lo cual le da un matiz muy rico, contenido, perceptible para el sutil terror del film, que no te das cuenta de que está ahí todo el tiempo. "No quisimos hacer el estereotipo del narco, nada de colguijes ni cadenas ni pistolas con oro", y lograron un retrato lejos del monstro o la caricatura, como la farsa de El infierno. "Jamás se trató de introducirnos en la psique de un narcotraficante, no podríamos hacerlo, porque quisimos que toda la atención estuviera en lo que le sucede la "Laura", esa siempre fue la intención", acota Katz. Para Stephanie Sigman lo mejor de su protagónico en Miss Bala es "la satisfacción profesional, personal y social de participar en un film como este".
No hay comentarios:
Publicar un comentario