jueves, 22 de septiembre de 2011

Moreira : Zetas cuando llegaron

por Humberto Moreiira


Después de cuatro meses de investigar en Guatemala, el periodista Steven Dudley reconstruyó la forma en que Los Zetas se establecieron en ese país, las alianzas que forjaron, la manera en que operan y los violentos enfrentamientos y ajustes de cuentas que llevan a cabo para someter a los cárteles locales. Todo esto quedó plasmado en un informe que la organización no gubernamental InSight. Organized Crime in the Americas publicó el jueves 8. Con autorización del autor, Proceso reproduce extractos del informe.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Los Zetas, la más temida y violenta organización criminal mexicana, se han aposentado en Guatemala y cambiaron el balance de poder en la región metiendo en aprietos al gobierno local y poniendo a sus vecinos Honduras y El Salvador en máxima alerta. Han infiltrado a la policía y al ejército y se aliaron con traficantes locales, lo que les permite lavar sus ganancias a través de la agroindustria y las obras públicas.
Además han introducido una nueva manera de operar. Más que controlar las cadenas de distribución o manejar el día a día de las operaciones, Los Zetas están enfocados a controlar territorios (…) creando un conjunto de matones dispuestos a llevar la pelea a otros niveles.

La incursión

El 12 de mayo de 2011 unas 10 camionetas con vidrios polarizados se detuvieron en una gasolinería en Cobán, capital del estado de Alta Verapaz (…) (Los tripulantes) llenaron sus camionetas con cerca de 150 galones de gasolina, luego manejaron unos 100 kilómetros al norte para comenzar una semana de crímenes que sacudieron a este país de 14 millones de habitantes.
El ataque empezó como debió haber terminado: con una mutilación. Las tres primeras víctimas eran familiares de Raúl Otto Salguero, terrateniente de la zona. Los cuerpos de dos de ellos fueron hallados a un lado de la carretera, cortados en pedazos y con una nota: “Otto Salguero, voy por tu cabeza. Att Z 200”.
El 15 de mayo los hombres interceptaron a Harold León, miembro de una destacada familia criminal guatemalteca, mientras conducía por una calle, asesinándolo a él y a dos de sus guardaespaldas.
En la madrugada del 16 de mayo los hombres entraron a la finca Los Cocos, al noroeste de la ciudad turística de Flores, donde encontraron a 27 trabajadores. Pasaron las horas siguientes torturándolos y asesinándolos. Las autoridades hallaron 26 cuerpos decapitados. Los fiscales dijeron que al final de la masacre los sospechosos tomaron la pierna de una de las víctimas y dejaron un mensaje para Salguero en la pared: “¿Qué onda Otto Salguero? Te voy a encontrar y te voy a dejar así”.
Los hombres retornaron a Alta Verapaz donde el 25 de mayo secuestraron a Allan Stowlinsky Vidaurre, un fiscal local de Cobán, quien en ese momento llevaba a su hijo a un complejo deportivo. El cuerpo de Stowlinsky fue hallado al día siguiente en las escaleras de su oficina, cortado en pedazos. (…) Los Zetas notificaron al mundo: Guatemala sería suyo.

El aliado

(…) Guatemala tiene una importancia estratégica de la cual el hampa se dio cuenta (…) Con un gobierno quebrado y corrupto era un lugar perfecto para operar con impunidad. Con los años este país se ha erigido en una de las rutas de tráfico de drogas más importantes de la región. Estados Unidos estima que más de una tonelada de cocaína pasa diario por Guatemala.
Pero es mucho más que una tierra fértil para aterrizar y mover drogas. Es el eje de la cadena de distribución, el sitito donde el precio de un kilo de cocaína pura es todavía, relativamente, una ganga. Ganar el control del producto en Guatemala puede casi duplicar los márgenes de ganancia en relación con lo que se podría lograr desde México.
En 2007 Los Zetas hicieron cuentas y supieron que debían moverse hacia el sur en la cadena de los narcóticos. Sus operativos empezaron a aparecer en Cobán, haciendo tratos con guatemaltecos para comprar cargamentos transportados desde Colombia (…) Uno de ellos, Horst Walther Overdick, ha sido un aliado clave desde el principio.
(…) Overdick creció en Alta Verapaz. Este estado montañoso es el corazón de Guatemala. Tiene un pequeño aeropuerto y carreteras que lo comunican con las cuatro esquinas del país, lo que facilita su importante actividad agrícola. Alta Verapaz es el principal productor de cardamomo de Guatemala y tiene una producción creciente de aceites de palma, maíz y café. Overdick estudió en Cobán y después de terminar la universidad trabajó como comprador local de cardamomo. Conocidos como coyotes, estos compradores viajan a sitios remotos de la región en las épocas de cosecha, compran el cardamomo por cargas y lo venden en el mercado de Cobán.
(…) Para suavizar los periodos difíciles, dicen los lugareños, estos negociantes se “diversificaron”; empezaron a mover otros productos, algunos de ellos ilegales. Para un hombre como Overdick era el ambiente natural. Gracias a sus días de coyote tenía la infraestructura, el conocimiento y los contactos necesarios para mover todo tipo de productos. Y Overdick usó esa información para entrar al juego de distribución de droga.
(…) Overdick ha mantenido sus negocios agrícolas así como sus contactos para el cardamomo y otros productos. Hizo una alianza con uno de los más grandes importadores de droga y uno de los mayores en el ámbito de las armas en la zona. Lo que le faltaba a Overdick era poder armado, que fue lo primero que Los Zetas pusieron sobre la mesa. Los Zetas llegaron, también, con dinero en efectivo y ofrecieron a traficantes, como Overdick, la oportunidad de expandir sus negocios.
(…) En ese momento el mundo de la droga en Guatemala (…) estaba manejado por tres clanes: las familias León, Lorenzana y Mendoza. De los tres, la León era la más beligerante así como la más ambiciosa. Juan León, o Juancho como era mejor conocido, era el dirigente del grupo. Empezó como operario de un traficante local. Luego se casó con Marta Lorenzana, la hija del líder del poderoso clan Lorenzana
(…) Entonces se extendió a Alta Verapaz y Petén. Compró tierras y haciendas y contactó a fuerzas políticas y de seguridad, de modo que pudiera imponer su voluntad sobre pequeños y grandes distribuidores en Cobán. A los lugareños de Alta Verapaz, especialmente a Overdick, no les gustó Juancho León. En particular, no les gustó tener que pagarle “piso”.
En 2007, cuando Los Zetas hacían su debut en Cobán, la molestia por el “piso” de León estaba en ebullición. Fuentes locales dijeron a InSight que los aliados de la familia León robaron cargamentos de droga de Overdick. Éste respondió asesinando a varios miembros del grupo. Entonces la familia León mandó sicarios a la casa de Overdick, cerca de Cobán, y asesinaron a varios de sus guardaespaldas. Él escapó porque se escondió con su familia en un compartimiento oculto de la casa.
(…) Para garantizar su seguridad, Overdick se alió con Los Zetas, lo que además representaba una oportunidad para deshacerse de un jefe malintencionado. Para Los Zetas representó la oportunidad de conseguir un terreno firme en Guatemala.
(…) Los Zetas y Overdick convocaron a una reunión con León en su territorio. En un preludio de futuras formas de cooperación, ambos llevaron sus tropas para la “reunión”. Esto incluyó a algunos “especialistas” mexicanos e inclusive la participación de Miguel Treviño, Z-40. Treviño es el segundo al mando de Los Zetas y tenía a Guatemala en la mira como potencial “plaza” donde él podría reforzar su posición en su grupo y en el hampa.
La caravana de autos abandonó Cobán y en pocas horas los hombres se presentaron ante el grupo de León en un restaurante en Río Hondo, Zacapa. La batalla –que ha sido inmortalizada en una canción como una lucha heroica– fue en realidad una masacre. Los Zetas y Overdick –que utilizaron rifles de alto poder y lanzagranadas– superaron al grupo de León. El primero en caer fue Juancho. Le siguieron 10 de sus escoltas. En la escena quedaron autos calcinados y cuerpos dispersos. Era el 25 de marzo de 2008. Los Zetas habían llegado.

El modus operandi

(En Guatemala) Los Zetas se enfocan en la seguridad y proporcionan un gran flujo de dinero para comprar estupefacientes; los narcos locales suministran la droga, la infraestructura y los contactos para recibirla, almacenarla y moverla a través de los corredores de Guatemala. Ambos lavan los ingresos en la economía local (…)
Los Zetas tienen aproximadamente 30 personas en Guatemala divididas en dos grupos: el operacional, el cual es el aparato de seguridad, y el administrativo, que se encarga del dinero. El ala operativa ha reclutado a (matones) locales y los ha entrenado en México y Guatemala para operaciones de seguridad, reconocimiento y homicidio. Los reclutas son exmilitares guatemaltecos (…) El ala operativa de Los Zetas ha crecido hasta incluir 10 tenientes, muchos de ellos mexicanos, que tienen a su mando a entre ocho y 10 hombres armados. (…)
Una vez que el ala operativa toma el control sobre el territorio, Los Zetas monopolizan el “piso” (…) Todo el dinero recolectado es manejado por su ala administrativa, que está enfocada al ingreso de dinero y la salida de pagos, incluyendo el esquema de soborno masivo.
(…) Para esto, los operadores locales de Los Zetas y sus aliados se acercaron a la policía. Los Zetas empezaron pagándoles 300 dólares mensuales en billetes de 20 dólares; el operador radial obtenía 500 dólares mensuales. Los comandantes de la policía en el área recibían una cifra sustancialmente mayor (…) A cambio, la policía suministra a Los Zetas indicaciones específicas para evadir la presencia militar en las vías por donde transitan las drogas. La policía también los encubre en homicidios y les provee información sobre lo que se habla de ellos entre los círculos legales, políticos y civiles.
Asimismo Los Zetas establecieron una red elaborada de “ojos y oídos” para recolectar información. Estos “halcones” incluyen prostitutas, mendigos, boleros, niños, taxistas, políticos y fiscales. De acuerdo con un oficial militar que trabajaba en el área, son cientos de personas.
Los Zetas han consolidado su vincu­lación al área de otras formas. Su ala administrativa compró fincas para tenerlas como refugios. Para evitar alguna sospecha, presuntamente dejaron los títulos de las tierras a nombre de los dueños originales (hacen lo mismo cuando “toman prestados” autos de los locales).
(…) El grupo también ha empezado a lavar activos a través de negocios locales. En parte esto ha sido negociado por Overdick y sus contactos. Él está relacionado, a través de su matrimonio, con un congresista que tiene a su cargo algunos de los contratos públicos estatales. Estos contratos son canalizados a través de varios comités en el Congreso, agencias gubernamentales y luego a través de organizaciones no gubernamentales (ONG).
Estas agencias gubernamentales y ONG sirven como facilitadoras y usualmente entregan contratos dependiendo de los sobornos que reciben. Los proyectos sirven doblemente a los criminales: lavan ingresos del narcotráfico, y el dinero canalizado a través de las construcciones es devuelto a los dueños de las compañías, ONG, políticos y las figuras del hampa que participan en los contratos.
Alta Verapaz no es inmune a este esquema. La hija de uno de los socios narcotraficantes de Overdick era la dirigente de una de estas ONG: el Programa de Desarrollo Rural de las Verapaces, que obtuvo dinero del Fondo Nacional para la Paz (Fonepaz), agencia gubernamental que administra proyectos desde el establecimiento de la paz en 1996. En 2010 el gobierno investigó varios contratos administrados por el Fonepaz, algunos en Alta Verapaz, afirmando que hasta 58 millones de dólares fueron malversados por ONG.
Estos esquemas posiblemente alcanzaron la cúspide. La persona encargada de monitorear los proyectos del Fonepaz en esa época era Obdulio Solórzano, excongresista de la Unidad Nacional de la Esperanza, el partido de coalición del presidente guatemalteco Álvaro Colom. Solórzano fue asesinado en 2010 en la ciudad de Guatemala, posiblemente debido a su conocimiento en este y otros esquemas, incluyendo el financiamiento de la campaña presidencial de Colom en 2007.
En diciembre Los Zetas publicaron un comunicado en la estación local de radio de Cobán “La Buena”, donde afirmaron que Colom tomó de ellos 11.5 millones de dólares en contribuciones a su campaña, y que luego el presidente los “traicionó”. En el comunicado, el grupo menciona el arresto de un socio y el asesinato de El Bigote, en aparente referencia a Solórzano.

Los “Chulamicos”

El enfoque de Los Zetas está en dos estados clave: Zacapa y Petén. Ambos son corredores cruciales cuya consolidación hace de Los Zetas el grupo de narcotraficantes más formidable en Guatemala. Zacapa es una intersección importante para las drogas que entran desde Honduras o El Salvador. Petén representa un tercio del norte del territorio del país; es una jungla vasta, con fronteras descuidadas con Belice y México, con carreteras y pistas clandestinas de aterrizaje que hacen de la región un lugar ideal para mover productos ilegales.
Actualmente Zacapa está asignada a Jairo Orellana, El Pelón, de acuerdo con agentes antidrogas locales y extranjeros. Orellana tiene un hijo con Marta Lorenzana, la viuda de Juan León e hija de Waldemar Lorenzana (…) Esa relación establece lazos entre los Lorenzana y la alianza Overdick-Zetas, haciéndolos el grupo narcotraficante más formidable en el país.
En Petén Los Zetas están estableciendo bases en los municipios de Poptún y Sayaxché. Poptún bordea Belice y es un terreno fértil para el reclutamiento, puesto que es donde los kaibiles son entrenados.
Pero Sayaxché tiene mayor valor estratégico. Su frontera con México no tiene cruces formales y ofrece un gran número de pasajes y rutas de contrabando. El río Pasión y muchos de sus cauces que cruzan el municipio convergen a lo largo de la frontera con el Usumacinta. Esto conecta al grupo con otro fortín estratégico: Playa Grande, en la selva de Ixcán, y con una carretera en México que corre paralela a la frontera norte guatemalteca y lleva directo al corazón de Chiapas.
Sayaxché también está conectado con Alta Verapaz donde el principal proyecto de infraestructura del país, la Franja Transversal del Norte, se está construyendo. La autopista eventualmente conectará el país de este a oeste, creando lo que podría convertirse en una superautopista para el tráfico de droga. Sayaxché está conectado al área de la Laguna del Tigre, al norte de donde Los Zetas y otros reciben las drogas vía aérea, por bote y tierra, y la mueven a través de la frontera con México.
(…) Los Zetas se han aliado también con otro grupo guatemalteco popularmente conocido como Los Chulamicos, que proporciona armas, inteligencia, vehículos, refugios y sicarios adicionales a varios grupos.
(…) Dos líderes de Los Chulamicos están relacionados con algunos miembros del equipo de seguridad de Overdick. Parece que entre ellos comparten pedazos de una red de sicarios cuyo centro permanece bajo el control firme del Z-200. No obstante, esto no significa que las otras facciones de esta red no mantengan sus propias fuerzas de seguridad. El resultado es una red aparentemente desactivada pero funcional, cada parte con su propia especialidad o servicio que la hace necesaria para el resto.
(…) Lo que se viene para esta red amorfa, pero sólida, no es claro. La violencia de mayo en Petén y Alta Verapaz marcó la pauta para una guerra abierta contra las familias criminales remanentes en Guatemala. Esto parece estar ganando fuerza.
(…) Sin embargo aún hay muchos grupos fuertes en Guatemala. La familia Mendoza mantiene una red sólida en Petén y en otras partes del país. Otra red liderada por el hermano de un narcotraficante recientemente capturado, aún es operacional en San Marcos, a lo largo de la frontera con México. Otros guatemaltecos están encargados de la autopista principal en el corredor de Huehuetenango, al norte de San Marcos. Estos grupos trabajan en conjunto con el cártel de Sinaloa, el rival más grande de Los Zetas.

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