por Rubén Moreira
Pese a los esfuerzos de prohibir la difusión de los narcocorridos en las estaciones de radio y en los conciertos masivos, este género musical del narco-mundo, continúa escuchándose entre los jóvenes y se convierte en un medio para idolatrar el estilo de vida de quienes se dedican al tráfico de enervantes y actividades ilícitas. Bryan Marín Guardado Pérez, es un estudiante del Cecyte ubicado en la Tercera Etapa del Río Tijuana, quien platicó cuáles han sido los resultados de los efectos prohibicionistas y cuáles son los métodos por los que actualmente se difunden las canciones de los narcotraficantes. “No pues yo digo que en lugar de disminuir, incrementó. –¿Por qué?- En el entorno donde uno vive en donde quiera se oyen, se siguen escuchando.
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