¨por Humberto Moreira y Vicente Chaires
Con la demanda de alto a la militarizacion y la exigencia de poner fin a las desapariciones, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad realizó una nueva movilización. Durante el mitin se escucharon nuevos testimonios de desapariciones y de impunidad en homicidios, en esta entidad donde la violencia ha repuntado sustancialmente.
Casi dos horas, donde se escucharon voces guerrerenses de indígenas denunciando represión por sus demandas de servicios en la región de La Montaña.
En su oportunidad, Tita Radilla, hija de Rosendo Radilla, relató las historias de desapariciones que ha padecido Guerrero desde los setenta, cuando su padre desapareció a manos del ejército y que motivó décadas después recomendaciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) relacionado con el caso de su padre. Todo ello para concluir que el país no requiere la militarización y cuestionar la violencia actual, así como la reacción gubernamental.
De nueva cuenta hubo denuncias de víctimas de desaparecidos llegados desde Nuevo León, Chihuahua y Baja California. Así, entremezcladas las realidades del norte y sur del país con la violencia como denominador común.
En su momento, Javier Sicilia insistió en la necesidad de combatir a los "señores de la violencia" con otra estrategia porque "no se puede pretender detener una bala con otra bala". Pidió una mayor movilización que sea capaz de lograr una transformación real.
No es posible que cuando en el mundo ya se han superado los fenómenos del Gulag, de Auschwitz o de las dictaduras del América del Sur, México se sumerja en el horror de la violencia.
Por la mañana, en conferencia de prensa, a pregunta expresa sobre el activismo de los aspirantes presidenciales, lamentó que no hayan tenido una agenda de unidad nacional para enfrentar la emergencia.
Se refirió al cierre de las escuelas como consecuencia de las extorsiones en Acapulco, considerando que es muy lamentable que se pretenda instaurar una situación donde gobierne el horror
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