jueves, 8 de septiembre de 2011

Blog Moreira : hackea la derrota socialista con licencia creative commons

por Humberto Moreira

La vicepresidenta del Gobierno regresa a casa. Cuando enciende su ordenador personal, descubre que una flecha se mueve sin su control. Un hacker ha entrado en su portátil. Poco a poco, la vicepresidente entabla una relación cómplice con el abogado (y antiguo hacker) que le habla desde el anonimato del otro lado de la pantalla.

Así comienza la novela Acceso No Autorizado (Mondadori, 2011) de Belén Gopegui (Madrid, 1963). En este reciente libro, la escritora nos coloca en una trama de personajes casi reales que se disfrazan bajo nombres ficticios. Sin embargo, sus cargos públicos nos envían hacia María Teresa Fernández de la Vega o Alfredo Pérez Rubalcaba (incluso aparece en algunos capítulos José Luis Rodríguez Zapatero, nombrado por su cargo).

Durante la novela, escuchamos monólogos interiores y diálogos de los protagonistas, que nos muestran que las reformas que el partido socialista quiso ejecutar se fueron por el hueco de una alcantarilla, debido a la crisis económica y a las presiones internas de partido.

Julia Montes, la vicepresidenta que traza Gopegui, se perfila como la última adalid que ve cómo sus propios compañeros la zancadillean. Los avances en igualdad de sexo o una banca pública son asuntos que se olvidan. En medio de esta trama política, también está el joven abogado, exhacker, que mantiene confesionesonline con la vicepresidenta o los intentos de una organización para pinchar las líneas telefónicas de información reservada.

Con esta novela casi de anticipación, Gopegui nos destapa la podredumbre del poder y el desencanto de algunos políticos -Julia Montes- que atisbaban ya no sólo una derrota electoral del partido socialista, sino también una claudicación.

En la realidad que conocemos, un político derrotado siempre pasa al sillón de la oposición. En la novela de Gopegui, no es así. La derrota llega estando en el Gobierno. Nunca la desolación de un perdedor se narró también desde el poder, porque no hay peor traición que renunciar a los principios ideológicos por los que los ciudadanos te han apoyado.

Por ello, quisimos preguntarle a Belén Gopegui si esa era la esencia de la novela; pero también queríamos saber por qué la publicó bajo licencia creative commons - no comercial  - sin obra derivada 3.0, tanto en su versión papel como electrónica.

PREGUNTA: ¿Por qué una novela tan pegada a la realidad? Los personajes tienen nombres ficticios, pero se les reconoce por sus cargos políticos: Julia Montes (María Teresa Fernández de la Vega), Álvaro (Alfredo Pérez Rubalcaba), etc.

RESPUESTA: La ausencia de ficción convierte lo real en necesario. Podría haber otra política, podría haber otro presente. Si mantenemos ciertos espacios al margen de la ficción y reservamos la ficción al tiempo pasado y a los sentimientos abstractos, como parece pedir la crítica dominante, ¿quién se beneficia?

PREGUNTA: ¿Qué hay de real en estos personajes y qué de ficción? Porque parece que habría que conocer la política por dentro o tener un topo en La Moncloa para narrar, por ejemplo, que Julia Montes le pide al presidente del Gobierno que dimita y convoque elecciones antes de que emprenda unas reformas poco sociales e inexistentes en el programa electoral.

RESPUESTA: No he narrado lo que ha ocurrido, sino lo que habría podido ocurrir; pero no sucedió, de hecho, a no ser en la novela. En cuanto a los personajes, somos uno y somos muchos al mismo tiempo, somos la biografía y también el lugar que ocupamos, somos funciones, somos imaginados por los demás, soñados, tal vez odiados.

Decía Aristóteles que a determinado tipo de persona corresponde decir o realizar determinada clase de cosas, según la verosimilitud o la necesidad: me gustan las novelas qué hacen pensar en qué tipo de personas nos encontramos y somos, qué esperamos y esperan y por qué.

PREGUNTA: ¿Es esta novela una narración sobre el desencanto socialista o, realmente, sobre la incapacidad (o derrota) de los políticos de llevar a cabo reformas de calado en el sistema que ayuden de verdad a los ciudadanos?

RESPUESTA: Desencanto no, crítica a un partido y a un Gobierno que faltó a su palabra y al proyecto de país que millones de personas apoyaron, crítica porque ni siquiera intentó poner en marcha ese proyecto, y si algunos lo hicieron no hemos podido saberlo. Crítica al servilismo y a la complicidad.Crítica al trato infantil que ese partido da a los ciudadanos y ciudadanas, callando las razones que impulsan los actos realizados.

PREGUNTA: Visto los últimos acontecimientos políticos de los últimos meses (privatización de las cajas de ahorro, paralización de las leyes más sociales, reformas del estado del bienestar, ascensión de Rubalcaba, etc), tu novela parece casi una novela de anticipación, como si ya conocieras la hoja de ruta de lo que a nivel político sucedería…

RESPUESTA: Los hechos en una novela sirven para construir a los personajes y el contexto en que actúan. Ese contexto era previsible, aunque siempre podían haber sucedido circunstancias excepcionales que cambiaran el rumbo, por eso más que adivinar he querido proporcionar un mundo como el que tenemos y unos actos como los que, a veces, nos faltan.

PREGUNTA: ¿Cómo fue tu labor de documentación para narrar los procedimientos hackers?

RESPUESTA: Por un lado aprendí cuanto pude por mi cuenta, recogiendo ordenadores abandonados en la calle y experimentando con ellos sin miedo, apoyándome en el software libre y en los conocimientos de la comunidad. Por otro lado, acudí a personas que sabían, que me remitieron a textos y fanzines de la escena hacker, y en especial a Juan Carlos Borrás, a quien pude plantear cualquier situación que necesitaba y preguntarle cómo la resolvería un hacker, qué pasos daría sin saltarse ninguno.

PREGUNTA: Una cosa que sorprende es que hayas convencido a tu editorial para que publique tu novela bajo licencia Creative Commons. ¿Por qué y cómo decides publicarlo así?

RESPUESTA: Llevo algunos años vinculada al mundo del conocimiento libre; pero, sobre todo, creo queera lógico publicar con esa licencia un texto que se apoya en el mandamiento hacker de liberar el conocimiento. Mi editor lo comprendió y me apoyó desde el principio sin poner ningún obstáculo.

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