sábado, 11 de junio de 2011

Zetas también corrompen a norteamericanos por Humberto Moreira

Los Zetas han tenido una importante involucración en operaciones para corromper y reclutar a agentes de patrulla fronteriza y controlar el tráfico de drogas y personas.

Charles K. Edwards, inspector general del Departamento de Seguridad Interna (DHI) ofreció un testimonio escrito ante el subcomité de asuntos intergubernamentales del Comité de Seguridad Interna del Senado, donde señaló que conforme Estados Unidos ha conseguido reforzar su seguridad fronteriza los cárteles se han vuelto más violentos y más listos, pues rebasan la nueva tecnología y a los agentes entrenados.

“En adición a las de alguna forma novedosas formas para traficar, en las que han echado mano de catapultas, submarinos y aviones ultraligeros, los cárteles se han dedicado a reclutar y corromper a empleados del Departamento de Seguridad Interna (DHS)”.

“De acuerdo con reportes gubernamentales, cárteles como el de Los Zetas se han visto crecientemente involucrados en acciones de corrupción sistemática para internar drogas y personas, entre ellos, extranjeros de naciones designadas (designated special interest countries DSIC) que suelen exportar terrorismo”, aseguró Edwards.

Explicó que las maneras de que corrompen al sistema es por medio de sobornos, favores sexuales y otro tipo de incentivos para obtener a cambio líneas libres de contrabando a través de las casetas, así mismo para obtener protección, o por información relativa a personas que se encuentran bajo investigación, también para conseguir papeles de inmigración.

“Ciertamente ha habido algunas manzanas podridas”, dijo Alan Bersin, zar de la frontera, en referencia a las 127 casos de agentes fronterizos que han sido arrestados por corrupción desde 2004.

Bersin dijo que esto es consecuencia de la decisión del presidente Felipe Calderón de emprender la guerra contra el narco, pues aseguró que antes los cárteles “operaban con impunidad”, dijo que a consecuencia de esto “se amplificaron las oportunidades y los incentivos para corromper a funcionarios de la CBP a través de sobornos, infiltraciones y otros medios”.

Así mismo dijo que la CBP aumentó a casi 300 las investigaciones de casos de corrupción en el borde de México, llegando a 870 en 2010, y el número de quejas en ese mismo año llegó a cuatro mil 162.

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