El cártel de La Familia Michoacana ha anunciado en un comunicado que está dispuesta a disolverse a cambio de que el Gobierno federal garantice la paz en el estado. La nota apareció colocada en las calles del municipio de Zitácuaro y fue enviada a varios medios de comunicación.
La banda criminal asegura que el Gobierno ha cometido innumerables atropellos, bajo la excusa de combatirla, por lo que «no quiere ser el pretexto para que las autoridades continúen lacerando los derechos humanos de nuestros hermanos michoacanos. Por tales razones, y con la incertidumbre de dejar nuevamente en manos de las autoridades la seguridad de nuestro estado, hemos decidido replegarnos y reintegrarnos a nuestras actividades productivas», siempre que los gobiernos federal y estatal, la Policía Federal y demás autoridades «se comprometen a tomar el control de Michoacán con fortaleza y decisión».
«Si el Gobierno acepta este compromiso público y lo cumple, La Familia Michoacana se disolverá para no seguir siendo la bandera con la que autoridades federales sigan atropellando los derechos humanos de los michoacanos», dice la nota, donde el grupo delictivo afirma que la banda nació «para luchar contra la ineficacia de las autoridades para erradicar de Michoacán a ladrones, violadores, narcotraficantes y secuestradores.
La Familia Michoacana surge en el año 2005 ante la incapacidad de nuestro Gobierno para otorgar seguridad a los ciudadanos, está integrada por hombres y mujeres dispuestos a dar la vida por defender a su estado, que con valor y entrega han expulsado de Michoacán a grupos externos que por medio de la violencia y terror han intentado apoderarse no sólo de nuestro estado, sino de todo el país».
El grupo criminal asegura que no mata a inocentes y que su compromiso es el bienestar de las personas, por lo que hace un llamado a la sociedad michoacana y a los poderes públicos para que opine a través de los medios de comunicación sobre su continuidad: «Les pedimos que valoren si les servimos o desaparecemos», concluye.
Escisión de Los Zetas y del cártel del Golfo
Se presume que La Familia o «La Empresa» surge de una escisión de Los Zetas y del cártel del Golfo y que sus cabecillas son José de Jesús Méndez («El Chango»), Nazario Moreno («El Chayo» y «El Más Loco») y Servando Gómez («La Tuta»).
El grupo criminal está marcado por una fuerte inspiración religiosa, y sus operaciones abarcan, además de Michoacán, los estados de México y Guerrero. La Familia se dio a conocer cuando cortó las cabezas de 17 personas en diversos municipios, aunque su acción más cruenta tuvo lugar en septiembre de 2006 en Uruapan, cuando un grupo de sicarios dejaron sobre la pista de una discoteca cinco cabezas humanas cortadas a machete.
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