martes, 2 de agosto de 2011

Rubén Moreira : Fox: Reflexiones de un dios efímero

Por Rubén Moreira

Durante seis años fue el hombre más poderoso de México… o al menos con esa aura amaneció un buen día, como parte de una ley no escrita en la política de este país.

Ahí, quien se convertía en presidente, tenía la misma suerte que el archifamoso “rey” de la ranchera de José Alfredo Jiménez, que siempre hace “lo que quiere” y cuya palabra “es la ley”.

Con el triunfo de Vicente Fox y el Partido Acción Nacional (PAN) en el año 2000, no solo terminó la dinastía de poco más de siete décadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sino también ese rasgo tan entronizado que convertía en una suerte de efímero dios al presidente, quien a su vez debía su fortuna a su predecesor, otro dios igualmente mortal.

A un lustro de haber abandonado la presidencia mexicana, Vicente Fox mantiene no solo la vitalidad que lo cargó en su camino hacia Los Pinos -residencia oficial de los mandatarios en la Ciudad de México- sino también el verbo fácil que lo caracterizó, algunas veces para seducir y convencer, otras para escandalizar y meterse en no pocos apuros.

De visita en la Isla para participar en la convención anual del Centro Unido de Detallistas que se celebra durante este fin de semana en el hotel El Conquistador, en Fajardo, Fox conversa con El Nuevo Día. 

¿Cansado de las entrevistas? ¿Cansado de que al final, casi siempre, le terminen haciendo -quizá con palabras distintas- las mismas preguntas?

De ninguna manera… cuando haces una buena elección de propósito nunca cansa. Cada día junto a Marta (Sahagún, su esposa) me parece que la vida nos da una nueva oportunidad y esto es parte de eso y una manera de trabajar por nuestras convicciones, por los pobres, por nuestra nación y nuestra querida Latinoamérica. 

Parece que sigue muy enamorado de doña Marta….

Toda la vida. Desde que comenzamos a trabajar juntos, compartiendo nuestro proyecto, incluso sin tener ninguna relación y mucho menos íntima. Ella renunció a lo que hasta antes de eso hacía y me siguió en mis locuras cuando decidí correr para presidente de la república, incluso cuando nadie creía en mí. 

A once años de aquel histórico triunfo del PAN que acabó con la hegemonía cuasi dictatorial del PRI de 72 años, ¿a qué atribuye fundamentalmente ese cambio de paradigma?

En primer lugar, a un gran cansancio de la ciudadanía, a su enorme aburrimiento y su gran enojo porque las cosas no se daban, sin la menor esperanza de prosperidad. En lo personal, a mi gran hartazgo ante un régimen autoritario, como empresario, como agricultor, como ganadero, indignado por la corrupción. Fue entonces que decidí que tenía que hacer algo por mi país. 

A un año de las próximas elecciones en México, ese cambio de paradigma visto en perspectiva puede parecer “llamarada de petate” (efímero) en la vida política del país, ya que los resultados de las elecciones estatales más recientes y las encuestas indican que el PRI recuperará por mucho el control de la nación… ¿a qué atribuye este hecho?

Creo que el cambio en el régimen ha sido de fondo y no va a haber una regresión aun con el triunfo del PRI. Hoy los mexicanos entendemos y valoramos nuestra democracia. Si el PRI regresa al poder, como sinceramente creo que sucederá, será porque ha aprendido su lección. Hay una nueva generación de priistas cuyos miembros crecieron en un ambiente democrático. Enrique Peña Nieto pertenece a esa generación. Asimismo, tenemos un poder judicial totalmente diferente al que teníamos, manipulado hasta antes del 2000 por el PRI. Hay un nuevo poder legislativo con una fuerte presencia de los partidos de oposición que no se va a dejar manipular. 

¿Por qué el PAN no tiene aún un candidato capaz de enfrentar a Peña Nieto?

No es un problema de candidatos, sino de partido. Mi juicio es que el PAN no ha hecho su tarea. Un partido político tiene que estar activo cuando hay elecciones y más activo aún cuando no las hay. Al PAN se le ha hecho tarde y ahora se asocia con quien no debe asociarse: con el PRD (Partido de la Revolución Democrática), representante de una izquierda desdibujada, sin sentido, sin norte. 

 

Hay quienes piensan que usted ha roto la regla de oro de todo político, cifrada en la lealtad y el agradecimiento, al echarle “porras” (alabar) al PRI y predecir públicamente su triunfo en el 2012. ¿Qué opinión tiene al respecto?

Independientemente de ser agradecido o no, lo importante para mí es ejercer mi libertad. Es verdad que hay muchos panistas que dicen “que ya se calle ese pinche Fox, que todo el día dice pendejadas”, pero para mí es fundamental el tema de la libertad y si no empiezo conmigo mismo, a decir las tonterías que se me ocurran, a decir lo que pienso, si dejo que me callen desde la presidencia o desde mi propio partido, estoy perdiendo mi libertad. Por eso, entre otras cosas, estoy a favor de la legalización de las drogas. Creo que cada cual debe hacerse cargo de resolver este problema tan grave y trágico para México. 

¿Aprueba la lucha del presidente Calderón contra el narco luego de más de 42,000 muertos? ¿Se puede ganar esa guerra o es una causa perdida?

La apruebo mientras la ley sea como es, porque no tenemos otro remedio que cumplir con ella, pero si algo está claro es que el ejército no tiene nada que hacer en esta batalla y solo está complicando aún más las cosas. No se pueden seguir violando los derechos humanos y los debidos procesos jurídicos. El poder y el control no parece ejercerse ya por los civiles sino por los militares y esto es inaceptable. México tiene que salir de esa trampa y por eso mi propuesta firme de la legalización de las drogas… que todos, absolutamente todos, nos hagamos responsables del problema. 

¿Cuál considera su mayor triunfo como presidente?

Mi propia tranquilidad espiritual… saber que cumplí y que será el juicio de los ciudadanos decir qué tan bien o mal lo hice. Y subrayo, de los ciudadanos y no de algunas personas, en especial de los medios de comunicación, que se les va en joder todo el tiempo. 

¿Y su mayor fracaso?

No hablaría de fracasos. Todas las decisiones que tomé fueron moldeadas por las circunstancias, y siempre con el bien del país como norte. Si acaso diría que lamento mucho no haber podido acabar con la pobreza, pero eso no se puede hacer en seis años de gobierno. También me pesa no haber logrado que Estados Unidos comprendiera que ella es una nación de migrantes. Es vergonzoso lo que está haciendo Arizona. En lugar de estar construyendo muros, Estados Unidos debería estar construyendo puentes.

Puerto Rico… ¿estado de EE.UU. o país independiente?

Me parece que este no es un tema que se deba discutir ahora, sino cómo Puerto Rico puede tener una gran relación con Estados Unidos y ahí tienes el caso de China y Hong Kong. Esa es una relación ideal. En el caso de Puerto Rico y Estados Unidos, no hay que hablar de soberanía o independencia total porque entonces se perdería la enorme cantidad de ventajas que se tienen ahora. De la misma manera, creo que tampoco hay que seguir mamando de la misma ubre todo el tiempo y me parece que Puerto Rico puede manejar esto. 

¿Coca Cola o Pepsi Cola? (En 1970 Fox llegó a ser director nacional de Operaciones y un año después director de Mercadotecnia de la primera).

A estas alturas de mi vida, lo mismo me da, Coca o Pepsi, igual que PRI o PAN, lo importante es que sirva.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario