viernes, 19 de agosto de 2011

Humberto Moreira : fraude mecánico se denuncian 284

Por Humberto Moreira

Fausto tiró 5 mil pesos a la basura por confiar en un ‘mecánico’ que lo defraudó pidiéndole refacciones para reparar su Ranger 2000, sin decirle que era la computadora.

En total tuvo que pagar 12 mil pesos porque ante las fallas constantes después de la supuesta compostura del mecánico, ya no quiso arriesgarse y llevó su camioneta a la agencia, en donde pagó otros 7 mil pesos.

Desde el año pasado a la fecha, 284 guanajuatenses han denunciado ante Profeco a mecánicos que los han defraudado.

Esa cifra incluye sólo a los que se han quejado ante una autoridad reguladora, pero cientos o quizás miles de guanajuatenses pudieron haber dejado pasar el fraude sólo como un mal rato.

Fausto considera que la gente no se queja por evitar trámites y procesos largos, a pesar de que con esa medida se les podría devolver el dinero que les cobraron por un mal servicio y sancionar a quienes no cumplen lo prometido a sus clientes.

Historias como la de él cada día se multiplican porque la cultura de la denuncia y la queja por un mal servicio aún no forma parte de la vida de los ciudadanos.

Leonardo Sánchez interrumpió sus vacaciones por confiar en un mecánico que también lo defraudó con una reparación.

El trago amargo de este vecino de Las Trojes comenzó cuando fue al taller ubicado frente al Cecati 146 en la misma colonia.

Su calvario comenzó cuando llevó su camioneta modelo 2000 al mecánico, quien le cobró 150 pesos por hacerle la afinación, más lo que fuera del material.

“El filtro que le puso no era el adecuado para el modelo de la camioneta pero no me podía quedar por el trabajo y terminé gastando 5 mil pesos más porque lo más peligroso fue que el filtro de aceite se le reventó en un tope y estaba en carretera y tuve que dejar la camioneta en una comunidad de San Pancho, con un mecánico que tampoco conocía”.

Leonardo terminó pagando mucho más que si hubiera llevado el vehículo a la agencia para que le hicieran el servicio, pero las prisas por salir de vacaciones y ‘buscar’ gastar menos lo orillaron a posponerlas y gastar un dinero que no tenía contemplado en el presupuesto de su familia.

Alertan agencias de timos

Pese a que no tienen una estadística, en las agencias automotrices es algo de todos los días que lleguen clientes con automóviles muy dañados por confiar la reparación a cualquier mecánico.

“Principalmente ha sido el área del sistema electrónico que no le encuentran las fallas porque se quedaron muy atrás con la tecnología y ahorita es lo más recurrente que hemos atendido”, dijo Víctor Romo, gerente de servicio de León Automotriz.

“En segundo grado está lo mecánico, donde esas personas no le encuentran a las nuevas tecnologías que tienen los motores y a veces terminan dejándolo peor”, explicó.

Romo alertó a los consumidores de las consecuencias de llevarle el auto a una persona que no es especialista.

Y es que dicen que intentan arreglar el daño pero dijo que en ocasiones hasta pueden provocar un incendio en el carro por un mal trabajo.

“Puede variar mucho dependiendo del tipo de falla pero sí pueden haber daños en otros componentes y vamos, pueden ocurrir desde cortos circuitos hasta un incendio se puede generar un problema mayor, se puede incendiar un vehículo”, advirtió.

El gerente dijo que la percepción de que las agencias o talleres especializados son más costosos es un mito, ya que las piezas generalmente tienen un costo promedio en cualquier punto de venta, pero además las garantías de los lugares establecidos son los que respaldan al consumidor.

“Es un mito ya, los costos y lo que se tiene que pagar a final de cuentas sale más barato ahorita en una agencia que lo que gastan en un taller, más lo que tienen que pagar cuando confían en un taller les sale más caro de lo que pudieron pagar en un principio para resolver el problema real.

“En las agencias automotrices le damos el respaldo a la gente y contamos con los mejores equipos, tecnología y herramientas para que sus vehículos estén en buenas manos”, añadió.

 

Son tercer lugar de quejas

Los mecánicos son la tercera causa de quejas y denuncias de servicios que se ofrecen en Guanajuato ante la Profeco.

Tan sólo durante lo que va de 2011, los servicios de televisión de paga han acumulado 218 quejas, seguido de las empresas de telefonía celular que llevan 187 procesos ante esta instancia federal, y en tercer lugar del ranking de servicios con fallas están los talleres mecánicos, con 101 denuncias.

El año pasado los mecánicos que no cumplieron y que tuvieron que seguir un proceso ante la Profeco por la queja de sus clientes fueron 183, lo que da un total de 284.

Las causas de estas quejas han sido por mal servicio, por cobros adicionales al presupuesto inicial, porque el mecánico no entregó el vehículo a tiempo y por realizar trabajos en partes donde no lo requerían.

Inventa desperfecto

En un taller mecánico de la colonia Las Águilas, a Mario Pedroza le hicieron comprar un módulo de bomba para gasolina de su Cavalier y aparte de que no se la instalaron bien, ni siquiera la necesitaba.

Para asegurarse de que era la pieza adecuada fue directamente a la agencia a comprarla porque ya había dado un anticipo al mecánico, pero ni siquiera eso le valió para recibir un buen servicio.

“Compré la pieza y la pusieron pero me dijeron que la pieza había salido mal, la llevé desmontada de regreso a la agencia para que me hicieran válida la garantía pero me comentaron que tenían que revisarla en el vehículo.

“Ya cuando llegué con el jefe de taller de la agencia en el otro taller donde lo tenía (el carro) pues cuál fue la sorpresa que ya no traía otras cosas, otros componentes para el funcionamiento adecuado del carro, que no le llegaba ni siquiera corriente al módulo para que pudiera trabajar”, agregó.

El afectado está consciente que por querer ahorrarse unos pesos terminó comprando una pieza de poco más de 4 mil pesos que ni siquiera requería su auto, y lo timaron.

“El jefe de taller de la agencia terminó explicándole lo que tenía y me dio más coraje cuando me comentó: ‘puede ser que el módulo que te quitaron todavía servía y a lo mejor nada más era solucionar el problema de corriente’”, dijo.

Mario, al igual que muchos ciudadanos, confían en lo que dice el maestro mecánico, el técnico o el ingeniero, por lo que pidió tomar en cuenta factores como estabilidad del negocio, prestigio y honestidad.

Recomienda Profeco contratos

La Profeco sugiere a los consumidores solicitar un presupuesto por escrito de las necesidades del vehículo, pero principalmente de qué servicio se contrató, en donde se deberán precisar las características del bien y el costo que tendrá.

De igual forma, el consumidor tiene derecho a pedir un contrato porque es el documento más formal en el cual contiene cláusulas y acredita la relación de adquisición del servicio y productos en su caso como las refacciones.

Incluso, en el caso de los talleres mecánicos deben de contar con un contrato de adhesión obligatorio ante Profeco, según la Norma Oficial Mexicana 174-SCFI-2007.

Por último, la Profeco invita a solicitar los recibos y facturas necesarias para poder acreditar el monto que se le ha pagado al proveedor y la garantía por escrito, porque la Ley otorga 30 días naturales reparaciones.

En los casos donde por promociones los mecánicos se comprometen a dar un plazo mayor a los 30 días pero de manera verbal, y luego se retractan, la Profeco no podría obligarlo a reparar sin costo alguno dicha falla reincidente en el vehículo ya que no hay constancia física.

Fracasa actualización de mecánicos

La Confederación Nacional de Calidad y Servicio en Mecánica Automotriz certificaba en 2007 a los mecánicos a nivel nacional y existía una delegación en Guanajuato, sin embargo, con el paso de los años se ‘desarmó’ a pesar de que la iniciativa era la profesionalización de estos prestadores de servicio.

La idea era que los técnicos, ingenieros y personas que de forma empírica tenían conocimientos de mecánica pudieran continuar preparándose y actualizarse según los avances de la tecnología.

“La asociación inició en Guadalajara y unos mecánicos de aquí promovieron para que se unieran los de aquí y se hizo nacional, hacían convenciones en Guadalajara y Guanajuato Capital y venían de varias partes”, dijo Vicente Melchor, uno de los mecánicos que fueron miembros y parte del Consejo Directivo de la Delegación Guanajuato.

Pero además, se pretendía que los mecánicos agremiados tuvieran acceso a cursos para poder mejorar la calidad de sus servicios, e incluso ser socialmente responsables y amigables con el medio ambiente. Pero todas fueron intenciones que se perdieron en el camino.

“La idea era capacitarnos en asuntos de mecánica, eso fue en un principio de conocimientos técnicos mecánicos, pero como hay diferentes puntos de vista comenzaron unos a promover créditos para los talleres, las normas de higiene porque unos estaban desorganizados y para mejorar porque la atención era de muy baja calidad hacia el cliente”.

Melchor propuso insistir en esta idea de formarlizarse porque es una necesidad tanto del gremio como de los consumidores.

“En un principio las primeras tres o cuatro asambleas estuvieron bien porque siempre hablábamos de la capacitación técnica para los agremiados, en un principio se pensó hasta en hacer una como tanda de scanners para cooperarnos porque cuestan como 30 mil pesos para los talleres que no tuvieran apoyarlos por turnos, y hasta poner una oficina donde estuvieran disponibles para los agremiados, se hablaba de muchas cosas pero pues no se logró”, lamentó.

Pone taller el ejemplo

Vicente Melchor es un técnico en Mecánica Automotriz que con su taller pone el ejemplo a todos, pues cumple con todas las especificaciones que pide el Municipio para poder operar como un taller profesional.

“El Gobierno debería de normalizar, debería el Municipio normar bien porque no hay ningún registro, a lo mejor por medio del uso de suelo, porque yo aquí sí tengo registro de la vigencia de uso de suelo, la certificación de uso de suelo y para que me den eso necesité llenar muchos requisitos”, dijo.

Para Vicente le tomó alrededor de seis meses poner sus documentos municipales en regla, pero porque el terreno es suyo; y reconoce que para aquellos talleres que se colocan afuera de casas o en un local rentado se complica y eso para el cliente es una incertidumbre de que nada más cierren la cortina y no regresen.

Incluso, más allá de contar con el permiso municipal, tiene que responder con ciertas medidas en el consumo y tratamiento del agua para evitar contaminar el suelo y recibir algún incremento por parte de SAPAL.

“Debemos de tener en orden los talleres para no contaminar el medio ambiente, hay mecánicos que no tienen la responsabilidad de no estar tirando aceite a las coladeras, pero como hay talleres que no están registrados el Gobierno no sabe si están contaminando o no”, lamentó.

El taller está ubicado en la calle Océano Ártico de la colonia Santa María del Granjeno y desecha el aceite en unos tambos que posteriormente la pipa de una empresa recoge y trata; pero además debe cumplir con seis manifiestos ante SAPAL para demostrar en dónde desecha el aceite.

“Cada fin de año el SAPAL me manda a hacer análisis de agua, tengo que contratar unos laboratorios y tengo que llevar los seis manifiestos de dónde mando el aceite y respecto a eso me evalúa y me dice, salieron bien los análisis y no te voy a aumentar nada de costo de saneamiento, al tener todos esos requisitos para ellos y los clientes pues estoy trabajando en orden”, comentó.

A Vicente le llega un caso por mes en promedio de personas que llevaron su vehículo a algún taller en donde les han pedido gastar hasta 12 mil pesos por una caja de dirección y cuando se lo llevan a revisar realmente no tiene nada, o bien, el detalle por arreglar era menor.

Es por esto que el mecánico confía en que la certificación podría ser una solución para evitar que personas sin escrúpulos y pocos conocimientos.

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