jueves, 7 de julio de 2011

Por Humberto Moreira : Vicente Chaires Los seleccionados Sub 17 desconocen a la Alemania indestructible

Por Humberto Moreira
 Marco Bueno, jugador de la Sub 17, responde de una manera desfachatada sobre el próximo rival de México llamado Alemania. “No los vamos a cargar”. Quizá es la seguridad que han adquirido los muchachos del Potro Gutiérrez, quienes están a un paso de la final en el Mundial de la especialidad o simplemente porque no conocen la historia entre los representativos de estas naciones.
“Los chicos no tienen memoria de las pesadillas que hemos sufrido los adultos”, responde Jesús Ramírez, quien ya probó las mieles que disfrutan los campeones del mundo y cuya mano aún se nota en algunos jovencitos que comenzaron su aventura en la Sub 15.
El mentor de aquellos Giovani, Vela y Villaluz se pasea cerca de esta Sub 17, que hoy enfrenta a Alemania en busca del boleto a la final. Chucho reconoce que “estos niños no conocen la historia de tantas derrotas ante los germanos y no creo que en estos momentos estén interesados en saber que en mundiales, Juegos Olímpicos y en distintas categorías no hemos podido derrotar a los alemanes”.
La sonrisa de Marco Bueno, volante de la Sub 17, no la tuvieron aquellos mayores que fueron goleados por los germanos en Argentina 78. Como tampoco los que vieron rotas sus ilusiones en México 86 y Francia 98. Bueno se defiende, aduciendo que “le ganamos a Holanda, son los campeones de Europa y vencieron a Alemania en esa final. No hemos jugado con los alemanes, pero no será la primera vez que estemos frente a muchachos con la fuerza y estatura de un adulto”.
Jesús Ramírez entiende que los números favorecen a los germanos. Son 13 juegos oficiales, con dos empates y 11 triunfos ante México. Con 57 goles a favor y sólo siete en contra. “Por eso te digo que los números son historia y lo rico de las estadísticas es que están ahí para romperse”, externa el estratega que escogiera hace un par de años a niños con apellidos como Fierro, Casillas, Sánchez y otros que hoy estarán frente al equipo más fuerte del torneo.
“Yo traje a Richard Sánchez de Estados Unidos y también recibí a Fierro y Casillas cuando eran de la Sub 15. Me da gusto ver que están ante su prueba de fuego, pues si vencen a los alemanes, ya no los para nadie”, se aventura Chucho, al comentar que “Brasil y Uruguay no son lo que se esperaba”.
Para Chucho “este equipo tiene una mentalidad distinta. Los conozco demasiado para asegurar que pueden ponerse a la altura de Alemania y buscar otro título para México en esta categoría”.
Porque los fantasmas germanos son cosas del pasado y estos jovencitos no muestran temor ante los teutones. Los diarios alemanes hablan de Samed Yesil, goleador al que le apodan Gerd, recordando al bombardero Müller, de aquel México 70. Hijo de emigrantes turcos, juega en las inferiores del Bayer Leverkusen.
La otra joya de la ingeniería alemana se llama Emre Can, mide 1.82 metros, viene del Bayern Munich donde ya jugó al lado de Arjen Robben, Franck Ribéry y Phillippe Lahm. Es el creativo y su entrenador, Levent Aycicek, asegura que no había visto en toda su carrera a un jugador tan completo. Can también es de familia turca.

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