por Pedro Ferriz
En realidad no hay entrenador en el mundo que no reconozca que el futbol es un juego muy fácil de llevar a cabo cuando se combinan dos elementos: el gusto por practicarlo y las ganas de potenciar el talento que se tenga, por poco que sea. He visto cientos de jugadores que bien podrían haber sido excelentes en otras profesiones, pero no unos virtuosos en el futbol, como no lo son, ni lo serán nunca, pero su perseverancia y ganas de demostrar en cada entrenamiento que pueden con el encargo en el encargo que se les hace para los próximo 90 minutos, les permite estar ahí donde miles quisieran algunas vez estado, así fuera por una única vez. Con esos dos elementos por delante, se puede echar mano de casi cualquier materia prima para que un equipo funcione. Pero con decir “cualquiera”, tampoco hago alusión a lo que sea, vaya, a lo primero que con que uno de tope. Digo que, en el caso del futbol, que se practica con los pies, pero se juega con la cabeza, igual valor tiene un canterazo que uno experimentado. Tiene el ilustrativo caso de Pumas. El campeón dio una buena exhibición ante San Luis, un rival muy mediano que todavía no tiene identidadcomo equipo y con el que Nacho Ambriz seguirá sufriendo tantas penas, como alegrías contadas con los dedos de la mano. Bien. Pumas tuvo una presentación con triunfo en el Olímpico de Ciudad Universitaria; digamos, el equipo de Guillermo Vázquez no sólo supo, al menos para este compromiso, no dar motivos para que la tribuna extrañara al paraguayo Dante López Israel Astro (se fue a Cruz Azul), Leandro Augusto (se fue a Xolos de Tijuana), Jehu Chiapas (ya del lado de los potosinos) ni Fernando Morales (también potosino ahora), sino que hasta dio un motivo de impulso, otro más, al proyecto de dar vida de forma continua al proyecto de La Cantera. En la cancha de CU estuvieron por primera vez jóvenes como Aarón Sandoval, Eduardo Herrera, Neftalí Teja y Michelle Castro. Con la salida de los ya mencionados, Pumas no sólo bajó considerablemente su nómina, sino que hasta tendrá por delante 16 fechas para capitalizar el valor de sus nuevos rostros y el término de la campaña seguir nutriendo a equipos que, así se digan rivales deportivos, hace de los refuerzos auriazules, sus fichajes estrellas, como lo han hecho América, Chivas y Cruz Azul; los nombres ahí están y forman parte de la historia. El negocio se cierra con la pretensión satisface de quienes se van; a cambio obtienen un mejor sueldo, aunque pierdan notoriedad, porque el nombre propio ya no les basta para brillar por sí mismos. Así es el futbol, pragmático, mordaz, vales según la camiseta que traigas puesta, aunque cada vez cuestes más. Siempre habrá los que quieran salir de un club para ganar más, y siempre habrá los que quieran debutar, ser de Primera División.
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