por Humberto Moreira
Este fin de semana, casi dos mil delegados estatales priistas de las ocho regiones de Oaxaca, ungieron como nuevo presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a Javier Mendoza Aroche y como secretaria general a Virginia Hernández Hernández. Lo anterior fue producto de que en septiembre del 2010, el ex gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz Ortiz, en uno de sus últimos actos autoritarios nombrara al ex candidato perdedor del gobierno de Oaxaca, Eviel Pérez, como presidente del CDE del PRI. Cabe señalar que la elección de Eviel Pérez como abanderado del PRI al gobierno de Oaxaca también fue una imposición directa del ex ejecutivo estatal, y ha trascendido que la determinación de que Pérez Magaña en su momento fuera el "sucesor" de Ulises Ruiz, se derivó de los fuertes negocios que mantenían estos dos políticos oaxaqueños. La mayoría de priistas en las regiones y quiénes son los que han llevado al PRI a grandes triunfos reprobaron ambas imposiciones, al grado de que miles de simpatizantes de ese partido no salieron a votar en el 2010, lo que dio oportunidad a que la Coalición encabezada por Gabino Cué, derrotara al PRI en Oaxaca; y una vez impuesto el también diputado Pérez Magaña al frente del tricolor estatal, las reacciones de quienes son la base del partido los reprobaron, pero en su momento algunos cuadros priistas no dijeron nadas, puesto que aún era Ulises Ruiz quien determinaba los rumbos del PRI en Oaxaca. Una vez entregado el control del gobierno del estado a Gabino Cué, los priistas que seguían línea y obedecían las determinaciones férreas de Ulises Ruiz, determinaron revelarse contra él y así como contra el impuesto presidente del CDE del PRI, Eviel Pérez. Cabe destacar de durante un año, y a decir de la base priista de Oaxaca, el Partido (que sí estuvo partido en varios grupos) estuvo secuestrado por un grupo denominado "la ex burbuja", cuyos personajes eran gente del primer círculo del entonces gobernador de Oaxaca, y cuya función sería minar el avance del nuevo gobierno, y además buscar apoderarse de los espacios y candidaturas venideras, dejando de lado los intereses de partidarios y de las bases priistas. Los priistas de Oaxaca inconformes con la imposición de Eviel Pérez, aguantaron en desinterés de Beatriz Paredes como presidenta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) para dar una solución a la situación impositiva que privaba en la entidad; pero aguantaron y confiaron que el nuevo líder nacional del tricolor, Humberto Moreira Valdés pondría orden en PRI del sureño estado de Oaxaca, pero esto nunca pasó. Es de precisar que los priistas inconformes y los impuestos se reunieron con Moreira, pero las cosas quedaron completamente igual, e incluso los priistas inconformes señalaron públicamente la falta de palabra y seriedad de líder nacional al no cumplir los compromisos adquiridos con ellos. Todo esto fue el detonante para que los priistas de las regiones se organizaran y formaran reuniones distritales locales para elegir delegado estatales, y al movimiento también se sumaron delegados estales ya acreditados y nacionales, que son priistas que actualmente tienen un cargo de diputado o presidente municipal. Y finalmente el día sábado, se realizó la asamblea estatal con cerca de 2 mil delegados, que de manera democrática y con el respaldo de la verdadera base priistas en la entidad, ungieron a Javier Mendoza Aroche y Virginia Hernández Hernández, como presidente y secretaria respectivamente del Comité Directivo Estatal del PRI en Oaxaca. Así también se nombraron a cada persona que se ocupará de cada una de las carteras del Comité Estatal de Oaxaca.
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