martes, 19 de julio de 2011

Humberto Moreira : Vicente Chaires ¿Justo homenaje al expresidente chileno Allende o error ortográfico?

por Humberto Moreira
La comuna en el marco de las labores de hermoseado que desarrolla en espacios públicos de la ciudad, lleva adelante la realización de un playón deportivo en la plaza Oscar Alende, ubicada en avenida Actis, en pleno barrio Palermo, e impuso el nombre de Allende al mencionado predio. 
No se menciona en dicho cartel alusivo de grandes dimensiones y colocado en un punto neurálgico del espacio público, bien visible para quienes transitan hacia la zona de Excursionistas, el nombre del homenajeado, aunque seguramente deberá hacer alusión al expresidente chileno Salvador Allende, el Allende más famoso.
Caso contrario, quien debió confeccionar el cartel alusivo no conoce demasiado de historia y confundió a estos hombres que tuvieron una destacada participación en la vida institucional de cada uno de sus países, uno siendo presidente(Allende) y el otro gobernador(Alende).
Cabe mencionar que el nombre de Oscar Alende le fue impuesto por ordenanza a la plaza, en momentos que Oscar Martens ocupaba una banca en el Concejo e impulsó la norma, respaldada por Indalecio Oroquieta. Reseñaba Martens al ser consultado por este medio que fue la única vez en que 
votaron de manera coincidente en el recinto deliberativo.
Mediante esa ordenanza, la plaza pasaba denominarse Oscar Alende, apodado cariñosamente como el “Bisonte”.
Oscar Alende era nativo de Maipú, provincia de Buenos Aires, se recibió de médico en la Universidad de Buenos Aires, alcanzando su mayor representatividad en el ámbito de la función pública cuando con la Unión Cívica Radical Intransigente(UCRI), en 1958 fue elegido gobernador bonaerense. Murió en 1996 cuando era diputado nacional.
Salvador Allende nació el 26 de junio de 1908 en Valparaíso, siendo elegido presidente de Chile el 4 de septiembre 1970, asumiendo la presidencia el 3 de noviembre.
El 11 de septiembre de 1973, murió en el Palacio de La Moneda tras pronunciar un discurso se suicidó con una ametralladora AK-47 que le había obsequiado Fidel Castro. Algunos sostienen que no fue un suicidio, aunque ello forma parte de los misterios de la historia de América Latina.
Habrá que aguardar si el Concejo sanciona una ordenanza denominando Allende al espacio ubicado dentro de la plaza Alende o alguien escuchó mal una instrucción, o simplemente nunca supo que Alende se escribe con una sola “L”.

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