miércoles, 20 de julio de 2011

Blog Moreira : Zetas "Atrapan a ‘El Teto’; lo relacionan con este Cartel"

por Humberto Moreira

“¿Puedo hablar con la prensa?”, preguntó Héctor Izar Castro, El Teto, presunto operador del Cártel del Golfo, mientras era conducido por agentes federales a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). La firme negativa de Édgar Millán, jefe de Proximidad Social de la Policía Federal, no lo hizo bajar la cabeza.

Con un gesto de resignación siguió caminando, dejando atrás los objetos a los que por años encomendó su seguridad: un fusil AR-180, tres pistolas y estampas de Jesús Malverde, el santo de los narcotraficantes; San Judas Tadeo, el patrono de los ladrones, San Charbel y la Virgen de Guadalupe, la “verdadera oración del Justo juez” y la “Oración a la Santísima Trinidad”.

Integrante de una familia de políticos de filiación priísta, su padre y su tío han sido en varias ocasiones alcaldes de Río Verde, su municipio natal en San Luis Potosí.

La policía investiga los vínculos de su familia con el cártel del Golfo y particularmente de su padre y dos de sus hijos, que podrían ser detenidos en las próximas horas.

El sábado pasado fue detenido por personal del Ejército y las policías federal y estatal en el centro del municipio de Ciudad Fernández. Al momento de su captura se identificó como inspector de la Policía Municipal, mostrando una credencial que así lo acreditaba en el trienio 1992-1994.

La Policía Federal lo señala como líder de una célula de Los Zetas, brazo armado del cártel del Golfo, y lo identifica como cabeza de la organización en la plaza de Río Verde, donde su función principal era sobornar y reclutar policías municipales para la organización, a quienes pagaba en dólares.

“Era buscado por los delitos de cohecho, portación ilegal de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas, robo a mano armada y venta de droga, en San Luis Potosí”, explicó el funcionario.

De cabello entrecano, con bigote y barba de candado, Izar bajó del avión de la policía portando todavía el sombrero que llevaba al ser detenido. Vestía pantalón de mezclilla y una casaca de camuflaje tipo militar, con botas puntiagudas, de piel de víbora.

Frente a él, en una mesa, estaban los objetos que le aseguraron: cuatro armas; más de 100 cartuchos útiles, una gruesa cadena de oro con la efigie de Jesús Malverde y una esclava del mismo metal; tarjetas de presentación, entre ellas la del Roberto A. Pinto, contacto de contrataciones de El Efectivo y su banda arielera.

También llevaba 65 envoltorios de cocaína, dinero en efectivo (dólares y pesos mexicanos), seis teléfonos celulares, vestimenta tipo militar y tres instrumentos peculiares para la Policía Federal: tres paletas de madera, similares a un remo con letra “Z” marcada en puntos y el nombre La Lupita grabado en una de ellas, que, de acuerdo con Édgar Millán, Héctor Izar utilizaba para golpear a sus víctimas.

“Es una nueva modalidad, estamos trabajando para ver si tenía algún centro donde él pudiera ocuparlas. Lo que tenemos de inicio es que con esto golpeaba a las víctimas”, explicó el funcionario.

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